Lo que comenzó con un Kickstarter extraño, ha acabado convertido en la sensación gamer indie. Dos años en los que Blasphemous se ha colocado como el gran éxito de economía colaborativa europea en el mundo del videojuego. A día de hoy, no sólo es una realidad, sino que tenemos Blasphemous para PS4, XBOX y Nintendo Switch.
Blasphemous para PS4, XBOX y Nintendo Switch
Antes de que hubiera Blasphemous para PS4, XBOX y Nintendo Switch, mucho antes, este juego sólo era una ilusión. Un sueño. La gente del estudio sevillano The Game Kitchen puso en 50.000 dólares el objetivo a recaudar para lanzar el juego. Casi 10.000 patrocinadores después, Blasphemous había recaudado 333.246 dólares y estaba en disposición de ser lanzado con numerosas mejoras inesperadas.
A día de hoy, Blasphemous es el juego indie del momento con un añadido, la temática es una oda a la cultura española en la que Goya, la Semana Santa o la arquitectura gótica isabelina están convertidos en terribles monstruos a los que debemos aniquilar.
Blasphemous es una apuesta oscura y arriesgada. Un juego de rol y plataformas no lineal en dos dimensiones, con una clara inspiración en Castlevania, pero con un universo propio que ha venido a llamar Orthodoxia y una personalidad arrolladora en base al pixel art. Una maravilla del diseño que consigue colar, entre otras joyas, a un personaje basado en Lola Flores.
Lo sorprendente de Blasphemous es comprobar como los gamers de otros países han abrazado, sin pensarlo dos veces, un juego que gira en torno a la cultura española más arraigada. Un Blasphemous que tiene como protagonista al Penitente, quien parece dispuesto a romper con todas las crueles tradiciones que, de forma cíclica, asolan a un mundo que las acoge con resignación y devoción.
Con una clara inspiración en la iconografía religiosa, especialmente en la Semana Santa de Sevilla, The Game Kitchen ha creado una fantasía oscura y gore que, en muchos casos, tiene más de realidad de lo que podría parecer. Salta a la vista que los decorados, la estética y los personajes están inspirados en elementos eclesiásticos. Eso sí, los desarrolladores se han cuidado mucho de poner una sola cruz para no liarla.
Así, el Penitente pasará por conventos de monjas que intentarán quemarle, monaguillos cuyas armas son cirios ardientes y afilados candelabros o penitentes contrarios al héroe quienes, fusta mediante, intentarán hacerle pagar sus pecados. Zombies y soldados también aparecerán de forma habitual.
Son escenarios y enemigos reconocibles pero llevados al extremo, o a veces a su entorno habitual, pero en un escenario que es conocido para el 95% de quienes juegan a Blasphemous
Así, el hándicap que podría suponer hacer una aventura 2D en pleno, queda salvada por un universo maravilloso, personal y muy controvertido. El folclore española tiene más que aportar al mundo gamer de lo que podría parecer. Y resulta más creepy de lo esperado.
Obviamente, Blasphemous es mucho más que gore religioso pixelado e historias del imaginario español. Blasphemous es, además, un juego de acción y aventuras muy disfrutable.
A pesar de su clara inspiración en ‘Castlevania‘, desde The Game Kitchen han querido dar un salto de calidad en la jugabilidad. Así, Blasphemous no limita el avance de la historia a un solo camino. Al contrario, en Blasphemous ofrecen todo el universo eclesiástico creado para que sea el jugador quien decida por dónde transcurre la historia.
Todo mientras legiones de enemigos de todos los tamaños nos ponen en apuros, hasta llegar al jefe final de cada segmento, donde tendremos más pistas del camino a seguir. Con la espada como arma principal, lo bueno de Blasphemous es que siempre ofrece una alternativa al camino principal.
El motivo de esta concesión es limitar al máximo la frustración de aquellos juegos en los que quedabas atascado y no podías seguir de ninguna forma. En Blasphemous buscan que la diversión nunca pare. Que sea una Semana Santa continua en la que el asesinato y la aniquilación sean una constante. El Penitente no puede dejar de eliminar enemigos por un quítame allí esa pantalla que no consigo superar.
El juego está concebido con desplazamiento lateral a base de saltos, deslizamientos, ataque y bloqueos. A pesar de lo simple de su mecánica, Blasphemous no decepciona ni aburre. Controlar al Penitente es muy sencillo pero, a la vez, complicado y es que Blasphemous busca que cada jugador encuentre su propia estrategia.
Cada enemigo tiene una forma de ser abordado y la inteligencia y la estrategia de combate serán claves para seguir avanzando. Eso sí, contará con mejoras constantes de sus habilidades, armas especiales y artefactos concretos que le ayudarán a batir a sus enemigos. Todo en un compendio constante de trampas y peligros habituales en este tipo de entornos. Orthodoxia no es más que una prolongación de la realidad.
En conjunto, Blasphemous es un homenaje maravilloso al folclore español y un regreso a las videoconsolas de los 90 de 16 bits que tantos recuerdos traen a mucha gente. Además, con el añadido de la personalidad que aportan este tipo de apuestas, a estas alturas. Tiene un elemento adictivo que parece intrínseco a este tipo de juegos. Y también la frustración de algunas pantallas que parecen imposibles.
Sí, hablamos de momentos en los que no da la vida para matar a tanto enemigo y, cuando has acabado, aparece uno perdido y te da el golpe de gracia. Blasphemous tiene ese punto de mala leche que tenían los juegos de antaño y se agradece. Lo indie tiene esta magia.
Lo mejor de todo es que nunca volveremos a ver la Semana Santa de Sevilla como antes. La veremos con miedo. Además, por una vez, pondremos en valor la cultura y el folclore patrio. No todo va a ser historia de Estados Unidos y nazis. Dejemos sitio a Lola Flores que tiene mucho que decir en títulos gore como Blasphemous y los que estén por venir
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Originally posted 2019-09-22 09:19:48.
